domingo, 27 de marzo de 2016

5. La cima del mundo


¿Recuerdas la última vez que te sentiste en la cima del mundo?


Cuesta sentirse en la cima cuando desde la falda de la montaña tan solo ves nubes que te impiden ver la meta, los obstáculos, los ánimos e, incluso, el camino. Podemos avanzar, pero todo depende de nosotros. De nada sirve pensar que es algo imposible, si realmente lo queremos. De nada sirve pensar que alguien subirá por nosotros y nos dará esa vista de pájaro a ras de suelo. 

Avanzar en esa pendiente se puede hacer pesado, podemos llegar a estar hartos de intentar subirla, podemos escupir en el suelo y dar media vuelta o directamente podemos caer al principio de todo. Si hay algo que he aprendido a pesar de todo es que debo disfrutar de esa pendiente, por horrible que sea. Si hay cascadas, prados verdes y animales; disfrutarlos. Si hay noches cerradas, trampas y rocas; sacar todas mis fuerzas e intentar superarlas.

Sentirse en la cima depende de encontrarse a si mismo, depende de cualquier segundo que te animen, te inspires, recuperes fuerzas o te sientas aliviado. Y es por eso que, si disfrutas de la senda, disfrutarás más tiempo de haber alcanzado la cima.

Buenas noches,

Irene

1 comentario:

  1. Di que sí niña, que no hay días malos con la actitud adecuada :)

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